Comentario
El esperado “efecto Mendilibar comenzó a principios de año. Dirigentes y aficionados vitorianos esperaban que con el técnico de Zaldibar todo iba a cambiar. En muchos partidos se vio una progresión notable en juego y actitud, pero no se conseguía revertir la situación. Los “babazorros” siguen hundidos en zona de descenso, incluso superados por el Levante, a seis puntos de la salvación. Necesitan ganar ya de forma imperiosa. Era urgente cambiar una dinámica tan negativa. Y eso en el mundo del fútbol es equivalente al cese del técnico, tal como ocurrió este pasado lunes. En poco más de cuatro meses, con el veterano entrenador, sólo se ha conseguido una victoria, con cuatro empates y siete derrotas, en doce jornadas. En el Sadar se sentará en el banquillo visitante Julio Velázquez. Un técnico de 40 años, sin experiencia en Primera División, pero que ha salvado a equipos en Portugal, en situaciones agónicas. Osasuna, ajeno a todos estos problemas, vive en la denominada “zona de nadie”. No se alcanzan puestos europeos, pero tampoco hay que preocuparse por el descenso. Incluso una contundente derrota como la de este pasado domingo en el Villamarín, no hace daño. Por tanto, los navarros han acabado siendo una caja de sorpresas. En El Sadar sus números no son buenos, en general, pero ha ganado sus dos encuentros más recientes ante su público. La última confrontación en Liga entre ambos equipos en El Sadar acabó con empate a uno, en un partido bastante aburrido.